Pinkwashing: arcoíris como maquillaje

Publicado el 1 de junio de 2025, 10:15

Cada junio, con la llegada del Mes del Orgullo, muchas empresas, instituciones y marcas cambian su logotipo por los colores del arcoíris. A primera vista, puede parecer un gesto de apoyo y celebración. Pero no todo lo que brilla con colores LGTBIQ+ es realmente oro (rosa): ¿conoces el pinkwashing?

El término pinkwashing (o "lavado rosa") se refiere a la estrategia de aparentar apoyo al colectivo LGTBIQ+ con fines de marketing, reputación o lavado de imagen, sin que exista un compromiso real con los derechos del colectivo. Es usar la causa LGTBIQ+ como herramienta de publicidad o distracción, mientras se siguen practicando políticas o acciones que no benefician, o que incluso perjudican a las personas del colectivo.

Marketing vs Compromiso

Un claro ejemplo de pinkwashing es el comportamiento de muchas grandes empresas durante el Mes del Orgullo. Durante ese mes, estas marcas se llenan de colores, lanzan productos especiales con los símbolos del arcoíris, y promueven campañas en redes sociales donde muestran su apoyo al colectivo. Sin embargo, gran parte de estas marcas nunca implementan políticas inclusivas reales dentro de sus estructuras. La falta de diversidad en sus equipos de trabajo o la ausencia de iniciativas que promuevan el bienestar de las personas LGTBIQ+ dentro y fuera de la empresa es una muestra clara de que lo que realmente buscan es la explotación comercial del Orgullo.

Además, algunas marcas fabrican sus productos en países donde la homosexualidad es ilegal o donde los derechos LGTBIQ+ son prácticamente inexistentes, lo que representa una contradicción absoluta con los valores que dicen defender durante junio. Este tipo de comportamiento no solo es hipócrita, sino que también deslegitima las luchas reales del colectivo, al reducir el movimiento a una estrategia para aumentar las ventas, sin realizar un verdadero aporte social.

Señales de un apoyo superficial

Para reconocer el pinkwashing, es esencial estar alerta a ciertos comportamientos y patrones. Uno de los principales indicios es la falta de consistencia. Las empresas o gobiernos que se suman a la celebración del Orgullo durante junio y luego desaparecen de la conversación, sin hacer esfuerzos por mantener políticas inclusivas a lo largo del año, están participando en el pinkwashing.

Esta falta de compromiso continuo es una señal clara de que el arcoíris no está siendo usado de manera genuina.

Otro aspecto a tener en cuenta es la ausencia de apoyo directo a las organizaciones LGTBIQ+. Las empresas que lanzan productos "Pride" sin dar parte de las ganancias a proyectos que trabajen por la igualdad, o que no apoyan directamente a asociaciones locales que luchan por los derechos LGTBIQ+, están vaciando de significado la causa. Además, si estas mismas marcas no tienen empleados LGTBIQ+ en puestos de decisión, o no han implementado prácticas laborales inclusivas, su apoyo probablemente sea solo una estrategia de marketing.

No todo suma

El impacto del pinkwashing no se limita a la trivialización del Orgullo, sino que también tiene efectos negativos en la percepción del colectivo y en la lucha por la igualdad. La proliferación de marcas que se suman a la causa sin una verdadera implicación puede generar la sensación de que los derechos ya están ganados, cuando, en realidad, las personas LGTBIQ+ siguen enfrentándose a desafíos significativos. La discriminación laboral, la violencia de género y la falta de acceso a servicios de salud adecuados son solo algunas de las realidades con las que muchas personas del colectivo deben lidiar día a día.

Además, el pinkwashing contribuye a la comercialización del movimiento, alejando la verdadera esencia del activismo LGTBIQ+. Cuando el Orgullo se convierte en una oportunidad para las marcas de generar ingresos, se borra la lucha por los derechos humanos y la libertad de las personas, que fue el motor original de esta celebración.

El apoyo real: compromiso y acción

Es posible celebrar el Orgullo de manera auténtica, sin caer en la trampa del pinkwashing. El verdadero apoyo al colectivo LGTBIQ+ implica mucho más que poner un logo de arcoíris en una camiseta o realizar una campaña publicitaria. El compromiso real se demuestra a través de políticas inclusivas dentro de las empresas, el apoyo económico a organizaciones LGTBIQ+, y la participación activa en la lucha por los derechos civiles de las personas del colectivo.

Un buen ejemplo de apoyo genuino es aquel que no se limita a una fecha específica, sino que se mantiene durante todo el año. Es un compromiso que se ve reflejado en las acciones concretas, en la educación en diversidad, y en el trabajo conjunto con las comunidades locales para promover una verdadera igualdad y respeto.

Desde Águilas Diversa, una vez mas, agradecemos a todas y cada una de las empresas y entidades que colaboran activamente con nosotres y al Ayuntamiento de Aguilas, Concejalía de Igualdad y de Festejos por su amparo, promoción y colaboración continua. Gracias a todes por ayudarnos a hacer de Aguilas una ciudad más diversa si cabe. Gracias por ayudarnos en la visibilidad de las distintas realidades.